Las pérdidas nos introducen en un escenarios muy desventajosos porque no tenemos idea como aprender a vivir sin aquel y sin aquello que se fue.
Por eso, es importante que mientras aprendemos como el alpinista a escalar, comprendamos que si alzamos la mirada a la cúspide de la montaña nos bloquearemos emocionalmente, paralizando toda acción que podamos emprender para salir adelante de esa situación.
Es importante concentrarse en cada paso sin alzar la mirada al pico de la montaña porque percibirás la magnitud de lo que tienes en frente. Es mejor bajar la mirada para detenerte a pensar en cada paso que darás, medir tus fuerzas y vivir así un día a la vez.
Este primer paso en la escalada no te llevará de inmediato a la cúspide de la montaña pero si te hará avanzar en este proceso interior para aprender a adaptarte a esta nueva situación. Recuerda, no intentes dar un paso que no vaya acorde con lo que tú voluntad hoy puede hacer, porque sino te rendirás antes de comenzar.
No olvides que es un proceso esta escalada. Dejar ir no es dejar de querer sino aprender a vivir sin aquel o aquello que se fue. Adaptarse requiere tiempo para aprender a caminar en situaciones nuevas y que pueden parecer escabrosas.