Tenemos a nuestro alrededor a muchas personas que están sufriendo y a pesar de que queremos consolar, no sabemos cómo hacerlo.
Aquí dejo algunos sencillos consejos que son como «reglas de oro» de cómo podemos acompañar a aquel que sufre sin crearle más sufrimientos no intencionados. Así aprenderemos qué decir y que no es conveniente decir.