Las crisis matrimoniales siempre son abordadas desde el problema, desde lo negativo, desde los errores y las equivocaciones del otro. Posar culpa empeora el conflicto y no abre a la posibilidad de la reconciliación, impidiendo que la gracia redima esos corazones heridos. Cuando las crisis matrimoniales se abordan desde lo positivo, desde las virtudes del otro, desde lo bueno que aún cada quien tiene para aportar, se abren muchas posibilidades de sanar, de reconciliar. Es así como la gracia puede penetrar y sanar esos corazones heridos. Haz la pregunta milagro. En este video te explico cuál es.