El primer hábito es ser proactivos. Aprende a definir qué puedes cambiar y que no está en tu manos poder transformar. Soltar y dejar ir es parte de ser equilibrado y funcional. Si te enfocas en aquello que no está en tus manos cambiar, te perderás a ti mismo lleno de ansiedad, miedos y una gran angustia. En cambio, si te enfocas en aquello que sí puedes cambiar, entonces podrás vivir con serenidad y paz.