Empecé a ir a terapia porque tenía mucha ansiedad y creía que tenía heridas que sanar… ¡Hoy se que fue una de las mejores decisiones de mi vida! definitivamente fue un proceso fuerte y difícil donde encontré partes de mi que no me gustaron tanto, descubrí y sane heridas, pero un proceso que me cambió drásticamente y por el cual siempre estaré super agradecida!
La fe siempre ha sido un pilar fundamental en mi vida y llevar terapia con una psicóloga católica fue increíble, ya que no solamente me ayudó en mi psicología y afectividad sino que también pude entender y vivir mi fe de una manera mucho más plena.
¡A todos los jóvenes de mi edad les diría que se den la oportunidad de pedir ayuda, creo que no hay nada que perder y muchísimo que ganar!