El señor es mi pastor nada me faltará…
El buen pastor me ha acompañado toda mi vida, pero después de la terapia psicoespiritual que he recibido con Merce, la imagen se queda real, en mi día a día, constantemente, tanto en mis verdes praderas como en mis cañadas obscuras. Agradecimiento es la palabra que vino a mi mente cuando termine el proceso de acompañamiento psicoespiritual con Merce. Estaba en una etapa de mi vida que necesitaba re empezar algo para mí misma y enfocarme a disfrutar a mis hijos ya adultos. Me sentía cansada principalmente por
Mi búsqueda a que todo saliera perfecto y por mi manera de querer controlar todo lo que pasaba, esto no me permitía disfrutar y conectar con mis sentimientos y con la gran capacidad que tengo para amar a los demás.
Después de este tiempo de acompañamiento, empece a mejorar la visión que tengo sobre mí misma, aceptar las cosas que pasan con otra mirada y a aprender mucho de cómo potenciar todo lo bueno que Dios me ha dado.
Mejoró mucho mi manera de estar cerca de Dios, ya no cumplía con mis compromisos espirituales por deber, sino por un verdadero amor que seguirá creciendo. Hoy me doy cuenta que Dios me ama y que soy valiosa simplemente por eso.
La relación con mi esposo e hijos fue más honesta, menos conflictiva. Me siento libre y muy feliz con mi vida y con las decisiones que voy tomando. Disfruto el momento presente, sin tantos miedos por lo que pudiera pasar, sin tantas culpas por cómo pasó. Me siento plena y feliz.
Sé que trabajarme a mí, por medio de la psicología espiritual con Merce, me hizo estar mejor, soltar y cambiar las creencias erróneas que tenía y más que nada, percibo que se refleja en mi persona y en la manera en que trato a los demás, especialmente a mi familia. Disfruto mucho más los momentos qué pasó con ellos.
Agradezco a Merce su paciencia y dedicación para descubrir la persona que soy.
Confío mucho más en mí misma y vivo con gozo y bendiciones cada día. Resuelvo los conflictos desde una realidad que me ayuda a no hacerlos más grandes.
Agradezco enormemente el profesionalismo de Merce, pero sobre todo agradezco su amistad pues estoy segura de que gane una amiga que estará para siempre.