Los sentimientos negativos tienen una función defensiva. Nos avisan que algo está mal. Pero cuando se viven situaciones de vida difíciles como la que ahora estamos pasando de muerte, enfermedad, desempleo y encierro estás pueden desbordarse creando problemas en el interior del corazón y como consecuencia, en el exterior haciendo todo más difícil.
Cuando no hay una buena gestión de nuestros sentimientos, ellos se desbordan y nublan no solo la capacidad de pensar, sino de expresarse con claridad. Esto siempre generará conflictos internos y externos.
No sumes más problemas a tu vida. Suficiente con lo que ya tenemos. Por eso es importante conectarlos a diario preguntando qué siento y por qué lo siento pero no para asumir rol de víctima sino para poderlos encauzar con nuestra capacidad de pensar.
Ten cuidado. Los sentimientos negativos acumulados pueden ser como la ropa sucia que haz usado después de una semana muy agitada donde haz sudado mucho. No conviertas a tu interior en un canasto de ropa sucia. Acude a diario a la lavandería conectando todos los días con lo que sientes pero aún más importante el porqué lo sientes para que los encauces dándoles salida.