En mi venida el pasado martes a mi chequeo médico en la Ciudad de México ofrecí como es costumbre pedir con mis oraciones ante mi Madre, la Virgen de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac en un video que publiqué en las redes sociales Oración de Intercesión por las necesidades de todos los que quisieran. Me sorprendí por la cantidad de mensajes recibidos. En ese video decía que había que valorar la vida porque éramos muy frágiles y que estábamos en esta vida como don de forma gratuita y que no sabíamos el día ni la hora.
Al día siguiente estaba siendo ingresada en el hospital de emergencia. Dios tomo mis palabras que parecieron proféticas. Hoy sigo ofreciendo como lo he hecho por estos 27 años de enfermedad, 17 cirugías e infinidad de hospitalizaciones todo mi sufrimiento por la fidelidad de los sacerdotes y de las vírgenes consagradas tanto laicas como religiosas de toda mi Iglesia para que sean lo que están llamados a ser por designio divino.
Además de ello, he ofrecido esto por todas las intenciones que me pidieron llevar ante la Virgen. Se notó que había tanto sufrimiento contenidas en ellas, que el Señor quería un poco más de mí.
Aunque la crisis ya pasó y es posible que pueda salir en unos días si sigo evolucionando satisfactoriamente, les pido con humildad oraciones por mí y por mi familia. Mi fe y el amor que me rodean son mi mayor tesoro, por eso estoy muy bien, feliz y en paz que parte de la aceptación de reconocerse solo una criatura que esta de paso por esta vida para poder aspirar a la eterna. Gracias a todos y que Dios los bendiga.
