La terapia psicoespiritual con Merce fue un parteaguas en mi vida.
Antes de empezar a trabajar con Merce, yo había estado en otros procesos terapéuticos con otros psicólogos, en los cuales me sentí desilusionada, frustrada, juzgada, estancada, desesperanzada, culpable, angustiada, pero sobre todo limitada a poder hablar sobre mi fe y mi relación con Dios, fue ahí donde me di cuenta de que necesitaba buscar a alguien que me entendiera desde lo más profundo y sagrado para mí.
Le agradezco infinitamente a Dios por haber puesto en mi camino a Merce. Merce me ayudó a entender todas las dimensiones de mi persona, y cómo estas se complementan e interactúan.
Aprendí a verme como Dios me ve, con ojos misericordiosos y compasivos, buscando sanar heridas y corregir patrones para ser verdaderamente feliz y plena.
Este año 2020 ha sido particularmente difícil para todos y con toda certeza puedo decir que logré adaptarme a los retos, incertidumbres y dificultades que he tenido debido a esta pandemia gracias al camino previamente recorrido con Merce y a las herramientas que ella me facilitó.
Sé que a lo largo de mi vida tendré que enfrentar otro tipo de retos y dificultades y gracias al trabajo que realizamos Merce y yo, de la mano de Dios, a lo largo de dos años y medio, sé que estoy equipada para adaptarme y enfrentarlos.
¡Gracias Merce, infinitamente Gracias por devolverme la confianza en mí misma! ¡Dios es fiel!