Agradezco a Dios por permitirme conocer a Merce, quien me acompaño durante un año y 4 meses, después de este tiempo puedo decir que no fue fácil, pero la lucha valió la pena.
Soy una mujer nueva, el Señor ha sido misericordioso. Lo pude sentir tantas veces a través de Merce. Poco a poco fue cayendo la venda de mis ojos y lo que parecía imposible sucedió.
Me siento preparada para seguir en la lucha y con herramientas que utilizaré para no volver atrás . Gracias Merce por tanto. Se te quiere .