Para mi ha sido muy importante, sanador y enriquecedor el modelo de Acompañamiento Espiritual. Me encontraba triste y tenía dificultad para relacionarse con los demás; había buscado ayuda varias veces, pero a pesar de ser en un ámbito católico, no me había servido mucho más que un desahogo para mi, y el escuchar algunos buenos consejos de parte de mi terapeuta.
En cambio ahora, con este modelo de ser acompañada terapéuticamente desde mi fe, está cambiando mi vida, pues trabajo con Mercedes en el ámbito psicológico y espiritual de una forma muy poderosa, teniendo siempre presente, como ella dice, a su «socio:» el Espíritu Santo.
No ha sido fácil cambiar patrones de todo una vida, pero justamente aquí es en donde entra mi fe de saber que para Dios nada es imposible; y esta fe se fortalece al ver en mi vida frutos de paz y alegría.