Antes de llegar con Merce, vivía en constante conflicto y “sobreviviendo” a mis sentimientos y a los estímulos externos… Nunca sabia bien lo que pasaba.
Al poco tiempo de llegar con ella me ayudo a identificar que soy una persona hipersensible y a manejar los estímulos externos para conectar con mis necesidades. Mi calidad de vida mejoro muchísimo.
Sin duda algo muy importante en mi proceso era “hablar el mismo idioma”, poder compartir toda mi parte espiritual e integrarla con toda mi persona, lo mejor y que sin duda me ayudo demasiado era saber que en mis sesiones estaba Jesús presente.