El dinero va y viene cuando menos lo esperes. Es un medio necesario pero cuando se pone toda la seguridad en él y en lo que con él se puede comprar, entonces cuando se va se pierde con ello muchas cosas. No hay que confundir los medios con fines.
La finalidad más importante de un cristiano es alcanzar el cielo y eso se hace con obras de amor viviendo del amor verdadero. Aquel que llena profundamente y que se logra a través de los actos de amor que se establecen cuando se está vinculado afectivamente de manera adecuada.
Por eso es que cuando falta el dinero porque se fue pero se ha sembrado amor y solo se usaba de manera equilibrada como un medio y no con un fin, la persona se puede sostener y salir de nuevo a luchar. Es allí cuando el amor que siembres te sostendrá y permanecerá siempre hasta el final aunque falte el dinero. No confundas medios con fines.