Hacer consciente eventos positivos genera emociones positivas. Estos micromomentos nos ayudan considerablemente a tener resonancia positiva, creando un ambiente externo agradable a pesar de todo lo que estemos viviendo. Es fácil cargar a otros de emociones negativas, eso resta y desgana. Cualquiera lo puede hacer en cuestión de segundos. Lo único que sí se multiplica cuando lo compartes es la misma felicidad. El contagio emocional que las personas acostumbran a generar es el negativo, pero si practicas contagiar a otros de la alegría que tu mismo generes tendrá un efecto multiplicador.