Ahora más que nunca necesitamos reflexionar que no somos Islas y que vivimos en comunidad. Una comunidad que padece a nuestro alrededor y que mientras seamos corresponsables, estaremos en capacidad de poder salir de nosotros mismos para ayudar a otros trascendiendo con ello el aquí y el ahora.
Trascender es vivir de cara a una eternidad que queríamos o no nos espera.