Los miedos son como los molinos de viento de Don Quijote. Anticipaciones irracionales que hace la mente de situaciones que aun no hemos vivido pero que la mente quiere anticipar para poder controlar y con esta acción supuestamente sentir paz.
No hay que confundir a la verdadera paz con esto a lo que llamamos “falsa paz”. Anticipar y controlar no es paz como tampoco lo es siempre querer decir lo que es “políticamente correcto” para caer bien a otros en sociedad. Si bien es cierto que necesitamos siempre vivir con el don de la prudencia, ser políticamente correcto nos ha llevado como sociedad a lo que hoy vemos. Personas que callan por miedo. Personas que no hablan con la verdad por miedo. Personas que no ponen límites a aquel que no escucha el querer del otro por miedo a perder una relación que al final es tóxica porque no se basa en el respeto y la valoración mutua.
No tengas miedo a hacer lo correcto aunque no sea lo políticamente correcto. Quien se retire de tu vida por ponerle un límite no te convenía. Es mejor perder un supuesto amigo que perder la conciencia con alguien que no te respeta. Al final, eso no da paz sino la angustia que surge de una conciencia inquieta.