Cuando se están intentando hacer cambios es muy común que las personas digan: “es que me cuesta mucho” o “me es muy difícil”. Esa expresión se hace con una connotación negativa de un proceso que es absolutamente normal.
Cuando se está saliendo de la zona de confort es normal que cueste o que sea difícil porque estamos aprendiendo algo que no sabemos. El cerebro activa el sistema de alarma porque quiere asegurarse de que no tendremos ningún accidente.
Esto genera un sentimiento de inseguridad y además como no hemos aprendido lo que estamos intentando entonces se nos dificulta pensando que eso está mal. Si te cuesta o te es difícil piensa que es normal y que es sencillamente porque no lo sabes. No lo tomes como algo “anormal” porque te restarás fuerza para hacer el cambio.