La vulnerabilidad inspira a otros confianza porque nos acerca a la realidad que todo ser humano tiene y que es nuestra propia condición de ser débiles seres humanos.
Pero cuando una persona esconde sus debilidades para aparentar fortaleza, reciedumbre, algo que no es, mostrar que todo lo sabe, ocultar sus propios sentimientos porque quiere impresionar y demostrar que se es seguro emocionalmente entre otras cosas, eso no inspira confianza a nadie porque se aleja de la propia realidad interior.
Somos vulnerables. Quien la esconde no se esta haciendo más fuerte ante otros, sino al contrario, esta alejando a otros y al alejarlos se aisla. Nadie que se quede solo se hace más fuerte, sino todo lo contrario, se debilita.
Solo cuando se abre el corazón, se muestra el dolor y todo aquello que se experimenta en el interior con equilibrio, es que podemos tirar puentes con otros y así confiar. Al confiar, nos hacemos fuertes interiormente porque permitimos que otros nos acompañen con sus luces, su consuelo, sus recomendaciones y su fe.
Si comentes un error, habla. San Ignacio dijo: “grita más fuerte” en sentido figurado es que cuando abrimos el interior para contar aquello que nos aqueja o tienta, es cuando estamos dejando que entre La Luz de la esperanza y la claridad interior. No olvides que la vulnerabilidad inspira confianza.