Tenemos tantos recursos personales a nuestro alrededor para poder gestionar nuestros problemas y nuestros sentimientos negativos de los cuales no hacemos uso porque estamos muy enfrascados pensando que necesitamos grandes cosas para ser felices.
Entonces la mente proyecta estados ideales porque es una huida que hace. La forma de expresarlo es: “Cuando tenga esto, seré feliz” y el “cuando” nunca acaba más bien se hace interminable.
Es importante mirar a nuestro alrededor para regresar a ser felices con lo sencillo. Una sonrisa de un niño. Un chiste de un amigo. Los cuentos interminables y repetidos de los abuelitos cuando los padres eran pequeños. Las mascotas en casa. Los juegos simbólicos de las niñas tomando té en la mesita mientras sueñan que tienen su propia familia.
Bailar, reir, cantar. Leer un libro. Oir música. Rezar. Cocinar. Compartir con la familia los momentos sencillos de la vida. Comenzar a buscar la verdadera felicidad en lo sencillo que además es gratis en vez de esta proyectando lo que aún no tienes y quizás al tenerlo no te ayudará a encontrar lo que tienes en frente a tu frente.