Cuando una persona es insegura emocionalmente tiende a abrir mucho el abanico de opciones para la toma de decisiones porque cree que eso le ayudará a no equivocarse. Por otro lado, suele ir con terceros a que le confirmen cuál de las opciones es la correcta para evitar así de forma extrema equivocarse.
Esto no ayuda a nadie sino que hace perder aún más la seguridad emocional porque se está dependiendo de terceros para adquirirla.
Es mejor si te encuentras en este escenario que reduzcas tus opciones al máximo y que de esas dos o tres te lances a decidir viendo pros y contras por ti mismo sin que corras con un tercero a verificar que es lo mejor.
Elige, que si te equivocas aprenderás sin importar la consecuencia porque de esta manera aprenderás por ti mismo en una inmersión de la experiencia las consecuencias de tu elección y no tanto partiendo de la teoría de terceros.