Todo lo que viene no es para los justos sino para todos los que nos reconocemos pecadores. Puede ser que hoy no lo veas, que te sientas sin futuro. Que pienses que todo está perdido. Que lo que veas en frente sea únicamente una frío muro.
Pero justo allí, en tu propia realidad, desde donde te encuentres desde incluso tu desánimo Él quiere revelarse ante ti. Revelarte desde tu debilidad todo su poder, todo su amor.
Pero esto solamente será posible si decides levantar la mirada desde allí donde te encuentres para que pueda Él penetrar tu corazón y salvarte con su amor.