Antes tenía mucho miedo. Hoy tengo valor.
Antes me sentía sin valor.
Hoy sé que valgo la sangre de Cristo.
Antes tenía mucho odio, ira y resentimiento.
Hoy tengo paz y amor.
Antes creía que no merecía nada bueno.
Hoy sé que merezco de lo bueno, lo mejor.
Antes era muy ingenua. Hoy soy más inteligente.
Antes creía que todos me despreciaban.
Hoy sé que mucha gente me ama.
Antes me sentía incapaz de vivir sola.
Hoy sé que nunca he estado sola.
Antes mendigaba migajas de amor.
Hoy sé que merezco el amor.
Antes tenía mucha confusión.
Hoy entiendo porqué y sé que
esa forma de pensar no era mía.
Antes pensaba que estaba condenada y alejada De Dios.
Hoy quiero vivir con una buena moral y como Dios quiere que viva.
Antes vivía en el polo del todo o nada.
Hoy estoy aprendiendo a vivir en el gris.
Antes era muy arrebatada y reaccionaba sin pensar.
Hoy pienso y actúo solo si me corresponde.
Antes permití muchos abusos. Hoy sé que era codependiente
y que confundía el abuso con amor.
Antes era una mujer desconfiada y actuaba
a través de mis heridas sintiendo que era víctima.
Hoy Dios ha sanado mis heridas y se que Él me ama tal cual soy.
He aprendido a hacerme responsable de la parte
que me corresponde y poco a poco
ha llegado la confianza. Hoy todo es mejor.